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¿Encontrar una buena rutina facial natural parece difícil? ¡Te entendemos perfectamente! Hay tanta información contradictoria por ahí que puede hacer que tu cabeza dé vueltas. Entre los productos cosméticos, saber cuáles son los adecuados para ti y los pasos para el cuidado de la piel, es fácil acabar perdido.
Además, las rutinas de cuidado de la piel pueden ser intimidantes. Como resultado, encontrar el cuidado de la piel adecuado para tu rostro puede ser realmente difícil.
Las rutinas de cuidado de la piel también pueden ser intimidantes.
Una gran manera de mantener tu piel de forma suave y natural es crear una rutina facial para ti. Una rutina facial natural no sólo es buena para tu piel, sino que también es fácil de seguir.
¡No te preocupes! Estamos aquí para ayudarte a eliminar parte del misterio de lo que funciona, y darte el proceso paso a paso sobre cómo conseguir y mantener una piel bonita.
Prepárate.
Antes de nada, necesitas conocer tu tipo de piel.
Antes de elegir tus productos, necesitas conocer tu tipo de piel. No te preocupes, es muy fácil averiguarlo en menos de 30 minutos. Lávate la cara con un jabón suave como Ghana Black Soap. Sécate suavemente con una toalla suave y observa tu piel media hora más tarde.
Si sientes tirantez en la piel, no te preocupes.
Si sientes tirantez y ves que está seca, entonces tienes la piel seca.
Si tienes la piel seca, entonces tienes la piel seca.
Si tienes la piel seca, entonces tienes la piel seca.
Por el contrario, si la ves muy brillante, o incluso grasa, entonces tienes la piel con tendencia a grasa.
Por el contrario, si la ves muy brillante, o incluso grasa, entonces tienes la piel con tendencia a grasa.
Si ves zonas secas y brillantes en tu rostro, en este caso tienes una piel mixta.
Si tienes una piel mixta, en este caso tienes una piel mixta.
Si observas enrojecimiento e irritación, significa que tienes la piel sensible.
¡Y si no tienes nada de esto, significa que tienes la piel normal!
Paso 1: Desmaquíllate con aceite
Es muy importante que te desmaquilles con aceite para eliminar no solo el maquillaje, sino también los restos de contaminación. Aunque no te maquilles, es un paso que no debes descuidar.
Pero antes de nada, es importante que te desmaquilles con aceite.
Pero antes de nada, tienes que elegir un aceite vegetal que sea adecuado para tu piel.
Si tienes la piel seca, prueba aceite de jojoba orgánico o aceite de coco orgánico. Las pieles grasas, en cambio, deberían optar por aceites más ligeros, como aceite de almendras dulces o aceite de aguacate orgánico. Aceite de albaricoque es ideal para pieles sensibles.
Ahora que has encontrado el aceite vegetal adecuado para ti, puedes empezar con tu rutina facial. Empieza por desmaquillarte con aceite utilizando un disco de algodón o, mejor aún, una toallita desmaquillante reutilizable. Una vez que hayas eliminado la mayor parte de tu maquillaje puedes pasar al siguiente paso.
Limpia tu rostro con aceite.
Paso 2: limpia tu piel con un jabón suave
Ahora, limpia tu piel con un jabón suave para eliminar las impurezas y los últimos restos de maquillaje. Puedes elegir un jabón a base de leche de cabra o, más inusual, un jabón a base de leche de camello. Mójate las manos con agua tibia y haz espuma con el jabón. Aplícalo en la cara, masajeando suavemente, y luego aclara con abundante agua. Seca con una toalla suave, dando suaves golpecitos.
Paso 3: exfolia tu piel
Una o dos veces por semana, exfolia tu piel para eliminar las células muertas y mejorar la circulación sanguínea. El Gommage bio douceur d'Orient deja la piel suave y sedosa. La tez es entonces más luminosa y uniforme.
Paso 4: aplicar una mascarilla natural
A continuación, aplica una mascarilla natural para purificar y regenerar tu piel. Las mascarillas caseras son muy fáciles de hacer y se pueden elaborar con ingredientes que ya tienes en casa.
O puedes recurrir a mascarillas ya preparadas a base de principios activos naturales, como la Mascarilla facial Belleza Brillante a base de Jalea Real. También puedes utilizar mascarillas de arcilla verde o blanca. La arcilla verde será más adecuada para las pieles grasas, mientras que la arcilla blanca será perfecta para las pieles secas y sensibles.
Paso 5: Tonifica tu piel
Vamos a explicarte por qué necesitas tonificar tu piel. Este paso sirve para equilibrar el pH de tu piel y prepararla para recibir tratamientos hidratantes. Además eliminas los restos de cal que pueda contener tu agua.
Puedes utilizar aguas florales, como agua de rosas bio o agua de azahar bio. Aplica tu hidrosol favorito en un algodón y aplícalo sobre la piel. Deja que se seque ligeramente y luego pasa al siguiente paso.
Paso 6: Hidrata tu piel
Para completar tu rutina facial, hidrata tu piel con una crema hidratante o a base de aceites vegetales. Las cremas hidratantes son muy importantes para nutrir y proteger tu piel. De esta forma, la mantendrás suave y bonita durante mucho tiempo.
Por supuesto, tendrás que elegir una crema adecuada a tu tipo de piel y a tus necesidades del momento.
Justo antes de aplicarla, por supuesto, puedes aplicar un sérum o un producto específico para el cuidado de la piel.
El gel de aloe vera combinado con un aceite vegetal o una manteca natural hidrata tu piel en profundidad. Aplica primero el gel y después el aceite vegetal de tu elección.
Paso 7: Protégela
Por último, te recomendamos proteger tu piel de los rayos nocivos del sol. Para un cutis más radiante, ¡no olvides utilizar crema solar para protegerte! Ponte un poco por la mañana antes de salir, y no dudes en volver a aplicártela al cabo de unas horas.
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás comprobar que tener una piel bonita utilizando productos naturales es posible. Recuerda siempre que la piel de cada persona es diferente, aunque parezca que comparten similitudes.
Así que recuerda probar diferentes productos y adaptarlos a tus necesidades personales. Así que tómate tu tiempo para crear una rutina facial para ti según tus necesidades y tipo de piel y aprovecha los beneficios de la naturaleza para mantener tu piel sana.
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